¿Sientes que tu jornada laboral es un sinfín de reuniones? Y lo peor de todo, ¿crees que la mayoría de ellas no han sido realmente productivas? La solución pasa por abrazar las mejoras tecnológicas y adquirir una pantalla interactiva para tu empresa. Una vez la tengas no sólo sacarás un mayor provecho de las reuniones y de las ideas que surgen en ellas, sino que además habrá una mayor retención de la información.
En un contexto globalizado como el que vivimos, una pantalla interactiva supone la capacidad de colaborar con cualquier participante de una reunión, ya sea alguien que está en la misma sala o a kilómetros de distancia. También permiten compartir, dibujar y anotar ideas, con lo que la creatividad de tus empleados no se desperdicia, e incluso facilita el entendimiento entre personas que se comunican en diferentes idiomas. Destaca, por último, el uso de carpetas compartidas y espacios en la nube, el envío de notas por mail, la interacción con dispositivos móviles y el uso de la videoconferencia.
Gracias a los tres tipos de controladoras existentes, se adaptan a cualquier tipo de entorno ya sea de oficina o académico. Su uso es sencillo y la gran cantidad de conectores permite que funcione con el resto de tus herramientas de trabajo.
¿Cuáles son las principales ventajas de adquirir una pantalla interactiva cognitiva Ricoh?










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